USA Travel [1]

No sé si esto tendrá algún interés para alguien. Iré dejando cuando pueda apuntes, cosas varias mientras se desarrolle el viaje.

Hay ciudades que vistas desdel cielo parecen no tener raíz. Cuando te aproximas en avión a Albuquerque sólo ves un desierto sobre el que han colocado una serie de cubos, también marrones como el desierto. Esos cubos son casas, planta baja y como mucho una altura, que están sobre un «lecho» [diría un cocinero] formado por cuadrículas, que responden al trazado de las calles. Una de esas calles, que atraviesa la ciudad de parte a parte, es la que fuera la Ruta 66. Río Grande la atraviesa en perpendicular.
No hay raíz, soplas desde el aire y, como si se tratara del Monopoly, las casas vuelan; hasta el tablero del Monopoly vuela. ¿Albuquerque? Una alfombra que alguien colocó en el desierto. También alguien podría un día sacudirla, casas y personas, todo, saltarían por los aires.
Saltar por los aires. En Albuquerque está el museo el National Atomic Museum. En los años 50, a esta ciudad se le llamaba, la Ciudad Atómica, y era donde había más investigadores de por kilómetro cuadrado de USA. A pocos kilómetros al norte están Los Álamos, donde se llevó a cabo la primera bomba atómica a las órdenes Oppenheimer. Proyecto Manhattan.
Pero en Manhattan, Nueva York, hay un parque llamado Central Park, quienes lo construyeron hicieron una prospección geológica para construir simbólicamente «arriba» lo mismo que había existido «abajo» hace millones de años. El resultado fue que encontraron hielo, y una concha marina que tenía una forma curiosa: rectangular. Por lo demás, estaba vacía, como Central Park por las noches. También bajo tierra todo es oscuridad, y más si es tierra de hace millones de años, porque ir hacia atrás en el tiempo oscurece fotogramas en vez de iluminarlos, aunque los historiadores se empeñen en imaginar que es lo contrario; sólo el futuro, construye, acumula la luz.
Un día me colé por la noche en Central Park. Noté un temblor en la suela de los zapatos. Sólo eso. No me pareció poco.
(a desarrollar)

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Estamos en el Motel, pasan cosas, pasan cosas. Fuera comienza soplar viento. Ruido de vasos de plástico y papeles en el parking. Pasamos a un silbido cada vez más modulado, casi antropofónico, procede de las rendijas del resto de habitaciones del motel. De todas menos de la nuestra. La nuestra es la agredida. Somos el centro del teclado del teléfono que hay en la mesilla de noche, el centro: un punto entre el 5 y el 8, pero no somos ni el 6 ni el 7, que están en la diagonal del teclado, lejos, muy lejos de nosotros. Estamos ilocalizados. Miro por la ventana, pasa una limusina destartalada, con abolladuras y parches sin pintar. Nunca había visto una limusina destartalada. Ahora pasa un pájaro que nunca había visto. Me atraen los pájaros. El silbido amplificado, antropofónico, de todas las habitaciones de este motel, [menos de la nuestra], nos está anunciando que todas están vacías [menos la nuestra].

Y de repente una idea: si somos el centro ilocalizable del teclado del teléfono, pero no somos ni el 6 ni el 7, que están muy lejos, qué clase de sudoku somos. Algún día harán teclados de teléfono que serán matrices de sudoku. Nunca he jugado la sudoku, ni sé ni de qué va ese juego del infierno, pero sé que ahora somos su centro. Deja de soplar el viento.
Aquí es imposible comer poco; se engorda.

sudoku

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Desayuno huevos rancheros. Antes de regresar a la habitación me sirvo un café de la maquina del hall, es gratis. Desconozco su contenido.

CAJA NEGRA:

caja negra

CAJA NEGRA ENTRA EN BATALLA CON SERES Atari

atari game

TURBULENCIAS MÁS ALLÁ DEL ESPACIO INTERIOR

espacio interior

FATIGA DESPUÉS DE LA BATALLA
RESPIRA

Viendo esos pulmones, dime, ¿no da pena bebérselo?

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Hacemos kilómetros hasta Santa Fe en un coche negro. Carretera US25. Normalmente las carreteras y autopistas separan el espacio en dos mitades especulares: a este y al otro lado del espejo. Pasan camiones. A mano izquierda, USA, casas pragmáticas, neones, fábricas; a la derecha, una reserva de indios; su territorio es virgen, sus poblados están tierra adentro, técnicamente no pertenecen a USA, tiene su policía y leyes propias. En uno de los limites del territorio los indios han construido un casino, una fuente de ingresos para las tribus como otra cualquiera, con el dinero envían a los hijos a las mejores universidades. Si algo iguala las dos partes del espejo es el dinero.

El casino, ese Xanadu varado.

casino indio

en la 66c66

66

Hemos estado todo el día por carreteras secundarias, explorando privatopías con formas de animales, carreteras que terminaban en rotondas inútiles, filmado vídeo para el documental Proyecto Nocilla que estoy preparando. Entramos y salimos varias veces de la Ruta 66, que ya no existe como tal, quedó tuneada por otras autopistas y carreteras. Hemos visto muchas urbanizaciones de lujo camufladas como casas de adobe, mimetizadas. Es curioso, parecen de la misma familia que la arquitectura rural ibicenca, pero en color tierra.

ibiza usaibiza usa

De repente me acuerdo por un segundo del libro «Walter Benjamin en Ibiza, Experiencia y Pobreza», de Vicente Valero. ¿Qué pensaría Benjamin hoy de todo esto? ¿Podemos imaginar a Walter Benjamin en una Harley con sus gafas redondas y chupa de cuero? La imagen participa de lo grotesco, pero no es descartable.

Ya en Santa Fe. Repostando café descafeinado.

repostando café1 segundo después

Jim regenta la librería Allá, dice que es la que tiene más libros de español en todo el Estado. Está en una casa antigua, casi en e centro de Santa Fe, en el primer piso. Tiene aspecto de una de esas librerías de NY, de madera, plagada de estanterías, y libros en apariencia desordenados. Suelo y paredes como torcidos, desnivelados, todo un poco onírico. Jim cuenta que también es carpintero, y que ha hecho él casi todo el trabajo. Le echo unos 60 años. Su mujer, más joven, es profesora de Brasileño en la Universidad de Pensilvania. Casi todos los libros son latinoamericanos. Compro 2 revistas, una mejicana, Replicante, y otra peruana, Etiqueta Negra. Ambas ya las conocía y me gustan. Replicante es más alternativa, vendría a ser, salvando las distancias, el Ajoblanco en España. Tiene artículos con títulos raros como: «Mondo Zombi: a vida después de la vida». O, «Radiaciones sonoras», O, «Sexualidad y cine; los entornos». La otra es más correcta, pero también interesante, artículos de Bellatín, Perec, Auster, Italo Calvino, Barthes. Jim nos enseña una casa de lectura que ha hecho para los niños, una especie de perrera muy chula, pero observo que no tiene luz. Mientras Vicente habla con él [parecen muy amigos], miro por la ventana que da a la calle. Santa Fe tiene pinta de poblado de western en semi-parque temático. Me gusta más la dureza sin contemplaciones de Albuquerque [¿Alguien vio la peli de Wenders Tierra de Abundancia?, pues eso].
Entramos en una tienda de ropa que haría las delicias de Germán Sierra o de Biel Lacomba: lo más barato es una camiseta tipo Zara de 350 dólares. Me gusta un traje de 4000. Mejor lo dejo, hoy paso.
Vemos una exposición del padre del paisajismo fotográfico americano, Ansel Adams, unas fotos de Yosemite Valley de los años 20. Increíble la calidad. Aina comenta que trabajaba con negativos de 30x20cm. Creo es la primera vez que estoy mirando una foto que tiene las mismas dimensiones que su negativo. Entro a por una Coca Cola Zero en un bar, hago una foto al espejo, que te convierte en cuadro con tal de poner ahí tu reflejo. El espejo se convierte en un artefacto que podemos asimilar a una caja negra, una caja maravillosa con 2 agujeros: por uno entras tú con tu reflejo, y por el otro sale un cuadro, y todo al mismo tiempo, entrada y salida simultáneas. Es la goma esta máquina.

máquina

Regreso solo a la expo de Adams, porque quiero ver bien las fotos de Yosemite Valley. Cuando llegó a España el libro Escaladas en Yosemite, en el año 81, de George Meyers, a los que comenzábamos a escalar nos cambió la vida. Aquellos tipos, unos hippies irreverentes que usaban pies de gato, y subían a la pared el radiocasete, y además escalaban las paredes más difíciles del planeta. Eran demasiado par ser reales, superhéroes. La única vez que me puse gafas de sol (esa macarrada insoportable en un hombre y esa maravilla galmurosa en una mujer), fue en la adolescencia, para imitar a os escaladores que salían en Escaldas en Yosemite. Créanme, mujeres, ya no hay hombres así.

[veo ahora en la tele el anuncio de un tipo al que le roban la identidad. Lleva una pegatina en el pecho que pone su nombre, y alguien viene corriendo y se la lleva también corriendo]

ab

Bibliabig wallb

Regresamos a Albuquerque, posible tormenta. Le comento a Vicente lo bueno que me pareció su libro Pasadizos, una autentico alarde de conexiones intraoperatorias. Vamos a suponer que lo que vemos es un cuerpo, y Pasadizos la operación quirúrgica que realiza impensables conexiones entre órganos. Por ejemplo, un ojo se empalma a un riñón derecho.

O como una carretera que llevara a dos continentes al mismo tiempo.

tormenta

Mientras rodamos, algo me llama a esta canción de Jesus and Mary Chain

6 comentarios para “USA Travel [1]”

  1. pablo duckula dice:

    sólo de pensar que esta cerca de Roswell, !me entra un temblor!
    nos vemos

  2. Espigado dice:

    Hola Agustín, tu crónica viene como agua bendita en este tedio post-coital de la post-época examinal. Dicen que Yosemite fue el comienzo de la escalada deportiva. Me lo dijeron una vez unos tíos que conocí en el bar de un albergue cerca de la escuela de Siurana, en la Sierra de Prades, Cataluña. Yo iba con una tía que estaba muy buena y escalaba mucho mejor que yo, así que los tíos decidieron hacernos un favor y llevarnos a un lugar de conglomerado jodidamente complicado donde durante un cinco asfixiantes horas hice un ridículo monumental. Afortunadamente nadie se dio cuenta porque le estaban mirando el culo a mi amiga en la cordada paralela. Al atardecer nos llevaron a otro albergue regentado por una mujer que se había vuelto loca de tanta soledad. Nos contó que una vez que andaba algo indispuesta se cagó encima de puro esfuerzo al superar un paso especialmente difícil. Fue toda una apuesta por su parte introducir esa anécdota en la velada, le dio un giro íntimo a la cosa, seguimos bebiendo vino y fumando porros y todos comenzaron a ponerse un poco íntimos. Uno había superado un cáncer, el otro se había divorciado.
    La chica y yo tuvimos que irnos pronto; yo estaba demasiado fumado y tenía que conducir por un serpenteante desfiladero de caliza hasta nuestro camping. Aquello no debió gustarle mucho. Creo que hubiera preferido quedarse con aquellos dos tíos. Yosemite. La roca rosa. Dicen que fue el comienzo de todo. Un abrazo desde el otro desierto.

  3. conde-duque dice:

    Pues sí que tiene interés, sí. Es el post que más me ha gustado desde que vengo por aquí.
    Los viajes siempre sientan bien. Se airea uno, y vienen las imágenes frescas a cientos, a millones.
    Valero y Benjamin, siempre Benjamin. Gran libro.
    Un saludo.

  4. Jose dice:

    Todo un inicio de road movie en tu blog ¡Claro que interesa!

  5. bokanovski dice:

    Animo con ese "cuaderno de viaje", he olvidado por un momento que estoy en el curro y me he visto cruzando ese desierto como un kerouak sobrio, seguiremos atentos a la pantalla.

  6. pat dice:

    Me encanta, no veas qué envidia q me das 🙂
    Los States son raros. Son como de mentira pero a la vez te hacen darte de bruces con la pura realidad como si tuvieras a Carver encima del hombro diciendote cosas al oído.
    Saludos

    contraportada.wordpress.com

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