Pobre Armstrong

Queda, no obstante, un misterio:

si en las competiciones profesionales los ciclistas no corren todos con la misma bicicleta, estandar, ¿por qué está penado que no todos compitan con la misma química corriendo por sus venas?

17 comentarios para “Pobre Armstrong”

  1. Luis Macias dice:

    Hola bro, creo que las bicis, al igual que en el Formula 1, tienen que ajustarse a unas reglas. Seriously.

  2. agustín dice:

    De eso no hay duda, bro. Sólo me pregunto por qué el doping sólo se define para el cuerpo y no para la tecnología. ¿No es acaso el cuerpo una construcción, una tecnología más?
    Aparte, toda la operación de Armstrong, con su engaño y su escenificación del arrepentimiento me parece una obra de arte contra la línea de flotación del la ridícula épica del deporte. Una acción netamente política.
    Sencillamente genial.

  3. El Pasiego dice:

    Los bañadores de poliuretano fueron prohibidos por la FINA , las marcas se baten por una nueva noción de la alimentación y en algunas deportes por evoluciones tecnológicas , no es que ahora seamos más fuerte , al contrario .
    Hasta que murió Simpson creo en el 66 se permitió el doping , Anquetill ganó sus tours puesto de cocaína aunque no se si le sirvió para ganar o lo tomaba por vicio ( murió joven ) , estaba bien visto .
    Saludos

  4. Solomon Gursky dice:

    recordais a ben johnson? estableció un record meteórico en los cien metros. lo hizo él, su cuerpo, da igual, demostrando que el hombre podía bajar de los diez segundos de manera brutal. luego lo eliminaron y lo hundieron. pero el récord estaba ahí.

    en esto coincidimos. nadie ha dicho jamás que la teoría de Einstein no vale porque su cerebro estaba por encima de la media mundial. ah no, esa teoría está bien, pero el cuerpo de Einstein producía una serie de sustancias superiores al resto y le quitamos la teoría porque no ha jugado limpio.

    en USA son muy peliculeros y les apasiona el «rendimiento» del héroe. en España, aunque todo el mundo lo piense y los expertos tambien, no queremos ni oir hablar de que Indurain no subía los Alpes comiendo magdalenas de Astorga.

  5. José Antonio dice:

    Hola, interesantes reflexiones, para decir algo debo «reelaborar» mi pensamiento al respecto, ¿podríamos fijar como límite la autodestrucción?, no sé…

  6. Artaraz dice:

    «Siempre que hay un ángel caído otro ángel se eleva».
    De acuerdo completamente, Agustín, todo es química, o casi todo, nosotros somos bioquímica y física. ¿Qué me dices del Mc Donalds? A mí personalmente me da igual que se dopen, no tiene ni más ni menos mérito a mis ojos. El ciclismo siempre me ha aburrido un poco pero reconozco que me gustaba mucho Induraín, nunca me pregunté si se dopaba con las no permitidas.

  7. walter landau dice:

    de Astoga son los mantecados, no las magdalenas. Las magdalenas son de Magdala, como María (Magdalena).
    De ciclismo paso.

  8. Néstor dice:

    … al principio el deporte era una sana comparativa de ADNs, muy similar a la de los machos de rebaño durante el celo.

    El profesionalismo introdujo una versión primitiva de dopaje. Ya no competían todos los ADNs, sino aquellos con la capacidad de obsesionarse con movimientos repetitivos. Estimuladas de esta forma, las instrucciones del ADN reguladoras de la síntesis de energía se hiperdesarrollan para esos movimientos, dejando en la atrofia al casi infinito resto de posibilidades desoxirribonucleicas.

    El dopaje bioquímico actual, ó 2.0, va a la raíz: provee los nutrientes (o combustibles mejor dicho) que alimentan esa mecánica hiperdesarrollada. La industria farmaceutica puede convertir en superhombre al deportista de segunda fila (Armstrong lo era) que elija, siempre que no suministre combustible, o no tanto, a nadie más.

    Yo voto porque continúe el ciclismo, aunque sea en versión 2.0. En los Campos Elíseos, el ciclista embutido en el maillot amarillo -todo fibra y venas en él, compartiría el podio con un oscuro señor en bata de laboratorio, subido quizás a un peldaño algo superior.

    En la versión 3.0 ya no habría ciclista. La dentadura perfecta de un apuest@ representante de Roche, Novartis, Pfizer o Bayer recogería un torso amarillo, parecido a un Oscar sin piernas ni brazos, en tanto unos operarios destruyen al clon especializado que ha montado la bicicleta triunfadora.

    Esta se podría reutilizar, aunque fuera en parte, en la siguiente edición, dadas las estrictas normas sobre materiales y diseños que tanto ralentizan la evolución de las monturas.

    El ADN del clon, por el contrario, sometido a una oxidación severa en una carrera de 124 días que recorre Eurasia al completo, se habría degradado lo suficiente como para no ser competitivo.

    Al fin y al cabo, la clonación es una técnica bastante económica.

    Por desgracia, no llegaremos a ver deporte 3.0. Nuestro ADN, a lo largo de unos 70 años, acumulará antes tal nivel de oxígeno que, incapaz de replicarse a si mismo fielmente, habrá provocado la disfunción irreversible de nuestro organismo, también llamada muerte.

    Para nosotros, primitivos 2.0, Pfizer, Roche, Novartis, Bayer,… no fueron lo suficientemente rápidas.

  9. Solomón Gursky dice:

    Juro por lo más sagrado que cuando estuve en una lectura de poemas en Astorga, en el hotel me dieron magdalenas para desayunar.

    Maria magdalena no hacia magdalenas, hacia mamadas, que es algo parecido pero no con el mismo sabor.

  10. Sonjacasta dice:

    A mí la alta competición deportiva me parece una búsqueda del supercuerpo y principalmente un negocio. El supercuerpo y el logro del espectáculo de lo imposible no existen sin dopaje, sin intervención externa. Armstrong es y será (como tantos)una marioneta de ese negocio (político, social y económico). En ese sentido, sí me da pena. Víctima de sí mismo y de la sociedad. Me hace gracia esa genialidad de los USA, para seguir haciendo negocio y positivizar incluso las escandalosas cagadas, con la «confesión» pública de errores del ciclista, usando como medio una buena pira depuradora como lo es Ophra. El día que aburra o se extinga por sí misma la incansable búsqueda de Hércules, pasaremos a la creación de Hércules directamente ( aunque ya hemos empezado en otros ámbitos)Al igual que ya hace tiempo se crea a Venus, estamos a un paso de la creación de supercuerpos capaces de todo. Supercuerpos que den pasta, aquello que llaman gloria racial y patriótica ( que también es negocio), y que sacien hambres de ganadores. Si no llega a ser suficiente con el hombre, pasaremos a la ingeniería cibernética, que seguirá surtiendo de lo proncipal: el negocio y el espectáculo. O quizás la falta de marcas sobrenaturales nos lleven a la admisión del dopaje y todo tipo de drogas? Todo por el espectáculo. Cualquiera sabe, lo mismo en un futuro llegamos a los juegos doping olímpicos. Todo depende del nivel de negocio.A mí todo esto particularmente me aburre.

  11. programa 3.8 dice:

    Debería ser normal eso de que cualquiera pudiera tomar lo que le saliera para mejorar su rendimiento.
    Casi todo es química
    ¿Dios se dopa?
    Saludos

  12. Alejandro A. dice:

    …y ridícula ética del deporte, también.
    Simpáticos todos. Melodramático incluso.

    ¿Y las pulseras ésas amarillas?, ¿aún están a la venta? No sé, igual y me compro algunas.

  13. Artaraz dice:

    Néstor, elegante y elaborada reflexión en voz alta!!

  14. agustín dice:

    Comparto.

  15. pájaroquedacuerda dice:

    Me gusta el ciclismo. Dos sistemas primitivos, la rueda y la trasmisión del movimiento, dependientes de un sistema aun más primitivo: el hombre, la competitividad aquella que se originó en una odisea en el espacio, como fuente de energía. Eso sí, me gusta sobre todo cuando a la etapa le quedan 3 kilómetros, en los casos en los que es llana, y 5, cuando termina en alto.
    Esto al margen. Yo lo que no entiendo es porque el dopaje de Armstrong se hace público tanto tiempo después de que se produjo, existiendo pruebas tan poderosas para demostrarlo, que han hecho al corredor pasar de decir hace poco que no se había dopado, a afirmar ahora lo contrario ante los medios. ¿Qué motivos hay para que esto salga hoy y no cuando se encontró la primera evidencia de las presentadas?, ¿Por qué no evitar el surgimiento de otro héroe americano, cuando sus superpoderes eran espejismos?, ¿Cuántos dólares generará esta historia, incluso para la víctima?

    En fin, USA. La leyenda de los Armstrong. El que ganó los tours que no ganó, el que pisó la luna que no era. Mientras de este lado de la pantalla, estamos los que hacemos palmas, incluidos en las cuotas de audencia que fortalecen la prosperidad de la otra realidad, cuyo origen es intencional y no encierra fines literarios.

    Saludos.

  16. federico dice:

    soberana estupidez de reflexión. Las bicicletas deben cumplir una normativa (medidas, pesos, materiales etc), los ciclistas deben cumplir una normativa de sustancias permitidas/prohibidas.

  17. agustín dice:

    Federico, creo que no te has enterado de lo que aquí se estaba discutiendo.
    Por otra parte, el mundo te agradecerá que no insultes, que esto no es un programa deportivo.

Deja una respuesta para Luis Macias